Buenos Aires: Segunda Parte

Ya ves, a mi y a Buenos Aires nos falta siempre el aire cuando no esta tu voz…, a vos, que tanto me enseñaste el día que cantaste conmigo una canción…

¡Canta!, garganta con arena, tú voz tiene la pena que Malena no canto, ¡canta!, la gente esta aplaudiendo y aunque te estés muriendo no conocen tu dolor, ¡canta!, que troilo desde el cielo, debajo de tu almohada un verso te dejo…»

canción «garganta con arena»/ cacho castañeda

Para el nuevo día en tierra porteña, salí de casa a eso de las nueve de la mañana. Me encamine a la avenida Diagonal, desde donde debía tomar el bus turístico. Para ese momento reconozco haber estado un poco frustrada, sentía que tenía el tiempo muy limitado, y que iba a ser imposible conocer todas las cosas que quería, por suerte, recordé el consejo aquel que me diera un anciano guía en mi primer viaje a Guanajuato mientras visitaba el Teatro Juárez: “es mejor conocer con calidad, que por cantidad”.

Así que me encargue de repetirme esa frase aquella mañana, ¡qué importaba sí solo acababa conociendo unos pocos sitios!, al final de cuentas, prefería volver a casa con el recuerdo vivido y hermoso de esos lugares, y no en cambio con el del estrés generado por correr para uno y otro lado viendo todo con prisas.

Me monte en el bus, esta vez en el interior del mismo, pues había aprendido la lección. El día anterior acabé rostizándome en el sol por ir en la azotea, así que ahora preferí decidir por la comodidad de la sombra y el aire acondicionado.

El imprescindible sitio que quería visitar primeramente era el barrio de la Boca, uno de los más famosos de la ciudad de Buenos Aires, ello gracias a sus casitas coloridas que le dan un encanto particular. La Boca además debe su nombre a su propia ubicación, pues se encuentra en una de las desembocaduras de un riachuelo situado en el Río de la Plata. Este barrio suele ser muy visitado por los turistas, sobre todo por aquellos aficionados al futbol, pues no debe olvidarse que es aquí donde se encuentra La Bombonera, el estadio que acoge al famosísimo equipo Club Atlético Boca Juniors, cuyo dato curioso, o al menos a mí me lo pareció, es que los colores que lo distinguen están inspirados en la bandera de Suecia, pues dicen que cuando nació el equipo, su presidente, un tipo de apellido Brichetto, quien además era operador de uno de los puentes del puerto, tuvo por idea elegir para el equipo los colores de la bandera del primer barco al que él le diera paso al día siguiente, este barco resultó ser sueco, motivo por el que ahora Boca Juniors tiene ese poderoso amarillo y azul en el uniforme de sus jugadores.

Siempre me llaman la atención este tipo de lugares, es decir, yo de futbol no sé mucho, pero me intriga la forma en que la gente se apasiona con este deporte, y también disfruto observando la ilusión impresa en los rostros de niños, jóvenes y adultos que visitan los estadios con una sonrisa de oreja a oreja, y que poco les importa tener que esperar bastante rato en la fila para poder entrar, pues aprovechan el tiempo conversando sobre partidos icónicos y sus jugadores favoritos.

En la Boca también nació el equipo archirrival de Boca Juniors, que hoy por hoy también está posicionado como uno de los más famosos de la Argentina, y me refiero al River Plate, que originalmente tenía su sede en este barrio. Sin embargo, el equipo acabo mudándose a Belgrano.

Por ahí me contaron que los partidos Boca-River son verdaderamente emocionantes, que cuando estos dos se enfrentan, la sangre de los espectadores está que arde.  

Bajé del bus en “Caminito”, sitio también famoso de la Boca, relevante por el conjunto de construcciones pintorescas que lo componen. Las simpáticas casitas del Caminito se encuentran dispuestas en una especie de forma diagonal y de acuerdo a lo que supe, este lugar es un pasaje turístico con funciones de museo. Las paredes están pintadas de vivos y diferentes colores, en el exterior pueden observarse tiendas de souvenirs, cafés y restaurantes que ofrecen pastas, empanadas, pizzas y un montón de delicias que me hacen babear. «Caminito» debe su nombre al tango así llamado del compositor Juan de Dios Filiberto. En las calles a la redonda está siempre lleno de gente, personas almorzando en los cafés, otros caminando o sacando fotografías, y otros más aglomerados en torno a parejas de bailarines de tango, que interpretan su arte con profesionalismo y a cambio piden cualquier ayuda voluntaria.

Caminito que entonces estabas bordeado de trebol y juncos en flor, una sombra ya pronto serás, una sombra lo mismo que yo…»

canción «CAMINITO»/ COMPOSICIÓN DE JUAN DE DIOS FILIBERTO

Recuerdo el intenso sol que pegaba a esa hora del día, aun así, yo estaba encantada escuchando “Por una cabeza” de Carlos Gardel, uno de mis tangos favoritos, melodía que además se ha hecho famosa en películas como “Perfume de Mujer” y “Easy Virtue”.

¡Basta de carreras!, se acabó la timba, un final reñido ya no vuelvo a ver, pero sí algún pingo llega a ser fijo el domingo, ¡yo me juego entero!, que le voy a hacer»

canción «por una cabeza»/ carlos gardel

Es preciso hablar también de los aspectos negativos, y lo cierto es que la Boca es un barrio donde la delincuencia opera con facilidad, el robo piraña es famoso, por lo que hay que ser precavido, evitando sacar todo el rato pertenencias valiosas, como los celulares, las carteras, cámaras, etcétera.

Dos horas más tarde volví al bus turístico.

Con dolor admito que pase de largo bastantes paradas en donde me hubiese gustado bajar, pero aquella frase “conocer con calidad y no por cantidad”, no dejaba de repetirse en mi cabeza. Yo ya llevaba los sitios definidos a los que quería dedicar tiempo, y Puerto Madero estaba en los primeros lugares de mi lista.

Puerto Madero es uno de los sitios más exclusivos de Buenos Aires, está construído en una sección en torno al Río de la Plata. Se trata de un lugar que presume de lujo y modernidad, sus altos edificios son muy diferentes de las construcciones del centro, pero también de las sencillas y nada ostentosas casitas de la Boca. Está además repleto de bares y restaurantes que tienen muy buena pinta. Una caminata ahí debería ser obligatoria para todo aquel que visita la ciudad, o al menos eso pienso. Estar ahí me llevó la mayor parte del día, ¡pero qué va!, valió toda la pena.

Se aprecian edificios de fondo, el río de la plata sobre el que descansa el Fragata Sarmiento

Para cruzar al otro lado del Río de la Plata puede hacerse a través del Puente de la Mujer. Estuve investigando un poco sobre la historia del puente y resulta que su creación debe agradecerse a un arquitecto español, de hecho, el puente fue construido en España y luego trasladado en piezas a Buenos Aires, donde finalmente se armó e instaló. El Puente se llama así por encontrarse ubicado en una zona donde las calles llevan los nombres de mujeres destacadas, y de acuerdo a lo que pude informarme, la estructura del mismo representa a una pareja bailando un tango, donde el mástil simboliza al hombre, mientras que la silueta elegante y curva representa a la mujer.

Puente de la Mujer

En el Río de la Plata también puede observarse al “Fragata Sarmiento”, un elegante barco de facha antigua que hoy hace las veces de museo. Yo no lo visite, pues en ese momento no sabía que era precisamente un museo, pero recuerdo que me quede observándolo bastante rato por lo bonito de su exterior.

Camine, camine y camine, con los pies hinchados y con el calor, haciendo fotos por aquí y por ahí, pensando en todas esas distintas facetas de Buenos Aires, en la elegancia de sus edificios céntricos, la modernidad de los que conforman el Puerto, el corazón de sus colores y casas en la Boca, la pasión por el futbol, la belleza del tango, el olor a bohemio, lo cálido de su gente… ¡y eso que solo había conocido una minúscula parte hasta el momento!

Buenos Aires es como contabas, hoy fui a pasear y al llegar a la Plaza de Mayo me dio por llorar, y me puse a gritar ¡dónde estas!…

Iba cada domingo a tu puesto del Rastro a comprarte carricoches de miga de pan, soldaditos de lata, con agüita del mar andaluz quise yo enamorarte, pero tu no tenías más amor que el del Río de la Plata…»

CANCIÓN «CON LA FRENTE MARCHITA»/JOAQUIN SABINA

Me detuve a comer por primera vez en ese día, había estado tan ensimismada en el recorrido que casi había olvidado que debía hacerlo, fue mi estómago el encargado de reclamarme. Entré al primer restaurante de pizzas que vi, y ahí me pedí una pizza que llevaba una salsa de tomate picante, ¡bendita fuera!, y sí, ¡BENDITA FUERA!, lo digo porque para ese día, añoraba ya el picante con una pasión enloquecedora… “sí quieres hacer sufrir a un mexicano, prívalo del picante por un rato”.

Unas tres horas ahí me llevó el paseíto.

Tuve que volver al hotel a descansar un poco y agarrar energía. Más tarde caminé por el centro, por todas las calles que no había transitado, anduve de un sitio a otro, mirando lugares y maravillándome siempre por la elegancia de Buenos Aires. Pare en varias dulcerías a comprar turrones, alfajores, y más dulces para llevar a casa… al parecer no tenía suficiente con los chocolates cargados desde Bariloche, ahí mismo estaba armando mi reserva especial de dulces argentinos para hartarme al llegar, sí iba a morir de algo, que fuera de un coma diabético, jaja, ¡mentira!, pero ya en serio, no sé qué tiene este país con sus dulces y postres, el sabor es tan especial, que yo quería traerme un poco de eso a México.  

ALBA

Pd: Aderezo esta entrada con fragmentos de todas esas bellas canciones que me acompañaron durante mi estancia en Buenos Aires.

Anuncio publicitario

4 respuestas a “Buenos Aires: Segunda Parte

  1. “es mejor conocer con calidad, que por cantidad”

    Que manera tan concisa de exponer esa filosofía. Yo pienso lo mismo, y a muchos clientes intento convencerlos de que se concentren en ciertos destinos en vez de intentar plantar bandera en la mayor cantidad posible de ciudades solo para decir que estuvieron allí.

    Dicho esto, a Puerto Madero no lo exploré cuando fui, creo que por razones de trabajo tenía que atender algo mientras los demás miembros del grupo se quedaron por allí para comer y caminar. Si mal no recuerdo, Puerto Madero era un área muy pobre hasta que decidieron remodelarla y convertirla en un lugar «upscale». Para que veas el poder de Don Dinero.

    Me gusta

    1. Ese dato no lo sabía!!! Jamás me hubiese pensado que ahí fuera un barrio pobre anteriormente. A veces me reprochó por no haber conocido más lugares… Aunque aún me queda una entrada de Buenos Aires, ya lo que alcance a conocer el último día fue muy poco. Sin embargo los recuerdos de como le sentí andando a mi ritmo por el tiempo que quise en esos sitios me hacen reafirmar que fue la decisión correcta. Muchas gracias por tu comentario!!

      Me gusta

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s