Visitando la Toscana

 

“Mi alma no encuentra escalera al cielo, a menos que sea a través de la hermosura de la tierra”

MIGUEL ÁNGEL BUONARROTI

 

El día número tres de mi crucero por el mediterráneo arribamos a La Spezia, una pequeña ciudad situada en la provincia de Liguria, entre Pisa y Génova. La Spezia es conocida por su destacamento militar, así como por ser la sede de una de las industrias militares más grandes del país italiano, la de Oto Melara.

Pero no voy a hablar de La Spezia en este artículo, ya que no fue un lugar que conociera más que sólo de paso, mi verdadero destino de ese día lo eran dos famosísimas ciudades de la toscana italiana: Pisa y Florencia.

Para visitarlas ya tenía una excursión contratada con la empresa Shore2Shroe.

Apenas descender del barco me recibió un día nublado y fresco, nuestra guía Patrizia nos encontró en la salida del puerto, en donde procedimos a abordar el autobús con la finalidad de dirigirnos primeramente a Pisa.

El camino entre Liguria y la Toscana me pareció maravilloso, verdes valles y preciosas casitas incrustadas entre sus colinas, una visión digna de un bello cuadro.

Al punto de las nueve de la mañana llegamos a Pisa. Confieso que me sorprendí al descubrir que se trataba de una ciudad pequeña y de aspecto tranquilo. Como es bien sabido, Pisa es famosa por su torre inclinada, a la que miles de turistas asisten día con día con la intención de conseguir una foto.

Pero la torre inclinada es solo una de las cuatro construcciones que hacen famosa a la ciudad y que se encuentran ubicadas en la Piazza dei Miracoli, o como la conocemos en castellano: la Plaza de los Milagros.

Ésta plaza comprende un terreno amurallado cubierto de verde pasto. Sirve de base para las cuatro construcciones que ahí se encuentran y que lo conforman, las cuales son la Torre Inclinada, el Baptisterio, el Duomo y el Camposanto.

El Duomo es una catedral y fue construida por el arquitecto Busketo. Para su creación se utilizó mármol gris y piedra blanca, se dice que aquí se guardan las reliquias del emperador romano Enrique Séptimo y de San Rainiero, el santo patrón de la ciudad de Pisa.

El baptisterio es una estructura circular dotada de una pequeña cúpula, y se encuentra dedicado a San Juan Bautista.

El Camposanto, como su nombre lo evoca, es un cementerio cerrado, tapiado, largo y rectangular que se inicio a construir en 1278 y que fue concluido en 1464.

Y finalmente la más famosa obra de la Plaza de los Milagros, la torre inclinada. Se sabe que ésta originalmente era una torre normal y recta. La inclinación que sufrió no fue de ninguna forma premeditada o pactada, sino que resulto como consecuencia de una mera casualidad. La torre comenzó a ladearse debido a la acción de su propio peso, motivo por el que las autoridades de la época, a fin de evitar el derrumbe y la pérdida del dinero invertido, hicieron una reconstrucción del monumento para reforzar su estructura inclinada.

El tiempo que estuve en la plaza de los milagros fue relativamente corto, tan solo media hora para caminar por el lugar y ¿cómo no?, tomar la clásica fotografía en la que se simula sostener la torre para que no caiga.

Abordé de nueva cuenta el autobús para mi siguiente visita: ¡Florencia!

Patrizia era natal de dicha ciudad, por lo que la conocía al dedillo. De Pisa a la bella Firenze hicimos alrededor de una hora y pico de recorrido, sin embargo se sintió poco el tiempo del trayecto, seguramente por la hermosura de los paisajes que atravesamos.

A eso de las once y media de la mañana ya estábamos ahí. Bajamos del autobús y comenzamos el recorrido a pie por el centro de la ciudad guiados por Patrizia. Fue así que llegamos a la Piazza del Duomo, famosa por su bella catedral de Santa María del Fiore, la cual presume una enorme cúpula color rojo ladrillo, cuya autoría se le reconoce al diseñador Filippo Bruneleschi.

Frente a la catedral se encuentra el baptisterio de San Juan, el cual tiene una forma octagonal y se encuentra cerrado por unas puertas de bronce llamadas “puertas del paraíso”, que recrean en su estructura cuadros o paneles que evocan diferentes e importantes momentos de la historia religiosa.

Tanto la iglesia como el baptisterio están construidos con mármol blanco y mármol verde.

¡Se sintió tan bien caminar por las calles florentinas!, éstas, tan llenas de vida, de arte y de historia, me enamoraron totalmente. Era genial encontrar pintores, escultores, músicos y actores por doquier. Una experiencia completamente bohemia.

Mientras nos desplazábamos, Patrizia nos iba contando relatos sobre los Médici, una de las familias más famosas en la vida histórica de Firenze, también nos hablo sobre el gran Miguel Ángel y su aportación en el arte de la ciudad. Y así, nuestra guía continuó contándonos historias fascinantes sobre Leonardo Da Vinci, Dante Alighieri y Nicolás Maquiavelo. Yo simplemente no cabía en asombro, estaba anonadada, toda esa gente importante de mis clases de historia tenía algo que ver con Florencia, ¡y yo estaba recorriendo sus calles!

Nos detuvimos un momento para acariciar la nariz del “Porcellino”, una simpática escultura de bronce en forma de jabalí sobre la que recae una leyenda que afirma que tocar su hocico dará buena fortuna.

También pudimos apreciar a algunos mimos pintados con la cara blanca. Patrizia nos advirtió que fuéramos cuidadosos con ellos, pues algunos eran astutos carteristas que se valían de entretener a la gente para robarles, ya que se habían registrado casos así.

Más tarde llegamos hasta el ponte vecchio, un puente de aspecto medieval característico de la ciudad de Florencia, el cual se encuentra construido sobre las aguas del Río Arno, atravesándolo de un punto a otro en su parte más estrecha.

La vista ahí es absolutamente encantadora, el agua refleja el conjunto de casitas situadas a las orillas, dándole así un efecto mágico. Haberme detenido a observar el horizonte desde el ponte Vecchio es uno de los recuerdos más bonitos que tengo de mi viaje por el mediterráneo.

Al continuar nuestro recorrido pasamos por una construcción cuyo nombre no recuerdo, pero si su rara fachada. No sé cómo explicarlo, pero era como si la pared estuviera fraccionada por una línea irregular. Patrizia nos explicó que ese edificio había sufrido las consecuencias de un ataque de la mafia a cargo de un coche bomba en el que desgraciadamente habían muerto personas inocentes y se habían causado importantes daños materiales al edificio. La fragmentación de la pared era un recordatorio de la trágica historia de ese día. El gobierno se había encargado de acentuar la línea que dividía las piezas en la pared como una forma de demostrar luto hacia las víctimas.

Más tarde caminamos hasta el exterior de la Galería de la Academia de Florencia, en donde pudimos apreciar la réplica del famosísimo David de Miguel Ángel,  así como la escultura de Perseo sosteniendo la cabeza decapitada de Medusa, entre otras piezas más.

El recorrido lo terminamos frente a la basílica de la Santa Cruz, la cual fue diseñada por el arquitecto Arnolfo Di Cambio. En este punto Patrizia nos dio un par de horas libres para pasear por los alrededores antes de volver a La Spezia y embarcar nuevamente.

Yo me separe un poco del grupo para comprar souvenirs para mi familia y para comer. Fue así como deguste una exquisita lasagna en un pequeño restaurante situado a un lado de la basílica.

Hoy por hoy mientras cierro los ojos, puedo evocar a la perfección la belleza cautivadora de Florencia, con sus impresionantes construcciones y la magia de sus artistas. Aun escucho a los músicos cantar a orillas del río arno. Aún puedo degustar esa sabrosa lasagna y puedo recordar como suspiraba de dicha por encontrarme ahí.

Sí, definitivamente Florencia fue mi visita favorita del viaje. Me enamoro por completo, así que hice la promesa de volver, pero ésta vez para quedarme un par de días.

También en este post me gustaría mencionar lo ameno que fue el recorrido gracias a Patrizia.

Esta mujer tiene verdadero amor por lo que hace y un conocimiento extraordinario sobre la ciudad, su historia y su cultura. Lo demostró en todo momento, originando que el recorrido fuera una experiencia inolvidable. Ojala todas las guías turísticas tuvieran esa misma pasión.

¡Gracias Patrizia! ¡Grazie mille!

AUBE

 

 

Instagram: https://www.instagram.com/aubescrit/

Facebook: https://www.facebook.com/aube.scrit.3

Twitter: https://twitter.com/AubeScrit